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Citas del texto: Por un Teatro menor (Deleuze y el Teatro 2)* de Jean-Fréderic Chavallier**

“¿Por qué sustraer el “re”? Deleuze, nos da un primer elemento de respuesta: -lo que es interesante, no es nunca la manera con la que alguien comienza o termina; lo interesante es el medio, lo que pasa en el medio-. Lo interesante (recordemos de nuevo a Kierkegaard) es lo que está en el medio, lo que se está haciendo, o, mejor dicho, lo que se está pasando en el medio –es decir: el movimiento-.”

¨No creemos en la utilidad de las filaciones. Las alianzas son más importantes...¨

¨Un movimiento nunca se reconstituye; siempre se está haciendo.¨

“¿Cómo hacer para que haya movimientos todo el tiempo y en cada uno?”

“La mayoría… necesita la representación para reinar: el –patrón- es la representación de lo mayoritario. Sirve de referente para normalizar lo que acontece: se promedia, se hace consenso. La representación hace perder la singularidad. A diario, se trata de acoplarse con un patrón. Pero nadie habita el patrón; ése está vació; la representación no contiene vida… Además, el patrón –representativo- representado no es exactamente el resultado de un promedio. No sólo el procedimiento de la representación es un procedimiento jerarquizado en sí: el representante está por debajo del representado (el primero vale menos que el segundo); también la representación es la de los que tienen el poder de imponerla. Se puede escribir: Representación + Poder= Patrón.”

 “¿Dónde está este movimiento que ayuda a generar líneas de fuga? ¿Dónde está la invitación a fugar? ¿Por qué los conflictos son generalmente subordinados a la representación, por qué el teatro sigue siendo representativo cada vez que toma por objeto los conflictos, las contradicciones, las oposiciones? Es porque los conflictos son ya normalizados, codificados, institucionalizados. Son –productos-. Ya son una representación que puede tanto mejor ser representada sobre el escenario”.

¨...Hay que decir también que todo el mundo es minoritario...¨

“Deleuze: los elementos del poder en el teatro son a la vez lo que aegura la coherencia del tema tratado y la coherencia de la representación sobre el escenario; es a la vez el poder de lo que está representado y el poder del teatro mismo”.

¨Lo que está en juego es la aminoración- el devenir menor- de la revolución es decir el devenir-otro: otra luz, otro gesto, otro sonido, otro deseo, otra conciencia, otra vida.¨

“El hombre de teatro ya no es el autor, actor o director. Es un operador. Este operador –ni autor, ni testigo- es un actante, un agente de la aminoración. Opera todo a la vez la negación y la positividad, -el movimiento de sustracción, de amputación, pero ya recubierto por el otro movimiento que hace nacer y proliferar algo inesperado”.

“¿Cómo hacer para que la revolución y el teatro con un devenir-revolucionario no conduzca a la estabilización, sino que sigan siendo una disposición a acoger el deseo de producir líneas de fuga?”

* Revista Colombiana de las Artes Escénicas Vol. 5 enero-diciembre de 2011 pp. 7-19
** Director de escena y filósofo. Estudió filosofía, sociología y teatro al nivel maestría. Es Doctor en estudios teatrales por la Universidad de la Sorbonne Nouvelle donde impartió clases.

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